Los entornos críticos, las salas blancas y las zonas controladas deben protegerse dentro de las instalaciones de fabricación para minimizar la presencia de contaminación viable y no viable durante la fabricación. Las alfombrillas adhesivas desechables y las alfombrillas pegajosas suelen ser las más utilizadas para controlar la contaminación del suelo. Sin embargo, hay muchas razones para pensar que estas supuestas soluciones están causando más problemas de los que resuelven.
1. El tamaño importa
El tamaño medio de una alfombrilla adhesiva es de 3′ x 3′ y no es lo bastante grande para descontaminar a fondo zapatos y ruedas. La zancada humana media es de 2,2′ zapatos, lo que significa que el personal puede, sin darse cuenta, pasar directamente por encima de la alfombrilla y no descontaminarse del todo.
La falta de superficie es un problema con las alfombrillas adhesivas, y a menudo se sugiere que las agrupes. Es decir, para garantizar la descontaminación, se colocan varias alfombrillas una junto a otra para crear una superficie mayor. En zonas sensibles a la contaminación microbiana, juntar esteras puede plantear un nuevo problema, ya que la contaminación, los microbios y otras partículas potencialmente dañinas tienen la oportunidad de acumularse entre, alrededor y debajo de las esteras.
2. No es una solución a-peeling
Al retirar la capa contaminada de una estera pegajosa, una media de 125.000 partículas se liberan de nuevo al medio ambiente, volviendo a contaminar la zona.
El rendimiento de las alfombrillas adhesivas también se reduce mucho con los sobregolpes. El sobrecalentamiento se produce cuando se utiliza varias veces la misma zona de la alfombrilla para descontaminar la suela de un zapato. Esto se compara con un aumento de hasta el 381,9% de la contaminación que vuelve a caer sobre los zapatos cuando se utilizan alfombrillas adhesivas.
En las pruebas que comparan las alfombrillas adhesivas desechables con el suelo polimérico, se observa una reducción significativamente mayor no sólo en el recuento de partículas eliminadas, sino también en el recuento microbiano tanto de la contaminación de las ruedas como del calzado tras el contacto con el suelo polimérico.
3. Imperfecto y poco práctico
Para conseguir la eficacia óptima del 27% de la alfombrilla adhesiva, hay que despegarla después de cada uso. La superficie pegajosa de las alfombrillas adhesivas contiene un adhesivo añadido que puede tirar de los zapatos y desgarrarlos, provocando un peligro de tropiezo.
Las alfombrillas pegajosas pueden plantear numerosas dificultades con el tráfico rodado, ya que son propensas a enrollarse alrededor de las ruedas. Quizá te preguntes si es posible que las alfombrillas adhesivas descontaminen totalmente las ruedas. Los estudios demuestran que hacen falta tres rotaciones completas de las ruedas para eliminar eficazmente la contaminación del tráfico rodado. Las alfombrillas adhesivas sólo tienen una superficie de aproximadamente 60 pulgadas, que es menor que la anchura de la mayoría de la maquinaria con ruedas.
4. Residuos de alfombrillas adhesivas desechables
Cada vez que despegas la capa contaminada de una alfombrilla pegajosa, creas una bola de 20 cm de residuos contaminados. Esto significa que, una vez que has terminado de utilizar una alfombrilla adhesiva y, con suerte, de descontaminar los zapatos al entrar en tu entorno controlado, te queda el costoso e insostenible problema de deshacerte de estas alfombrillas de plástico.
No hay que ignorar el coste añadido de eliminación de las esteras como residuos contaminados. Las esteras pegajosas se clasifican como residuos secundarios y generan una gran cantidad de residuos no reciclables e insostenibles.
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Los suelos y alfombrillas Dycem ofrecen una solución a tus quebraderos de cabeza de control de la contaminación que las alfombrillas pegajosas no pueden ofrecer.
Dycem ofrece tamaños totalmente personalizables, que permiten específicamente caídas de dos metros o tres rotaciones completas de la rueda para eliminar hasta el 99,9% de la contaminación.
La superficie polimérica crea una adherencia natural con fuerzas electromagnéticas de corto alcance para atraer y retener la contaminación. El Dycem ayuda a reducir las descargas electrostáticas, gracias a que tiene una resistividad superficial de 108 ohmios.
Las alfombrillas Dycem son flexibles para adaptarse a los perfiles de los zapatos y las ruedas, lo que permite recoger partículas de entre 1 y 100 micras.
La descontaminación microbiana es importante, e incorporamos BioMaster, un aditivo antimicrobiano a base de iones de plata que ha demostrado proteger contra los microorganismos.