Salas blancas
por definición, son un entorno libre de polvo y otros contaminantes. El uso de salas blancas es indispensable en diversas industrias para garantizar la calidad de los productos.
En
automoción
a la industria farmacéutica, las salas blancas se utilizan para garantizar la calidad del producto, el control de la contaminación, la seguridad de los trabajadores, el cumplimiento de la normativa y mucho más. Son esenciales para proporcionar productos y procesos consistentes, fiables y seguros en industrias en las que hasta los contaminantes más diminutos, invisibles a los ojos, pueden tener efectos devastadores.
Los contaminantes suponen una amenaza importante para el entorno prístino de las salas blancas, ya que proceden de diversas fuentes, como el personal, las instalaciones, el equipo y la atmósfera circundante. Por eso es necesario que haya requisitos de sala blanca.
Clasificaciones de salas limpias
La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha establecido
clasificaciones para las salas blancas
en función del número máximo admisible de partículas por metro cúbico. El sistema de clases ISO va de la Clase ISO 1 (la más limpia) a la Clase ISO 9. Las distintas industrias necesitarán salas blancas con distintas clases ISO, en función de lo limpio que deba ser el entorno para los procesos específicos.
El riesgo de contaminación en las salas limpias
Contaminación
puede suponer una grave amenaza para las salas blancas, un entorno diseñado para estar estrictamente controlado, manteniendo un bajo nivel de partículas. Estas amenazas incluyen:
Seguridad y salud
Diversos contaminantes pueden ser nocivos y plantear riesgos para la salud del personal que trabaja en salas blancas. Deben tomarse medidas de protección adecuadas para mitigar este riesgo, por ejemplo, llevar equipo de protección individual (EPI).
Rendimiento del producto
Las salas blancas se utilizan a menudo en industrias como la del cannabis, la electrónica, la biotecnología y
alimentación y bebidas
donde incluso niveles ínfimos de contaminación pueden afectar a la calidad y el rendimiento del producto. Los contaminantes pueden comprometer la integridad de los productos sensibles, provocando defectos o fallos.
Tiempos de inactividad y aumento de costes
Los casos graves de infiltración de contaminación pueden incluso requerir el cierre de las instalaciones de la sala limpia para limpieza limpieza e investigación. Este tiempo de inactividad puede provocar un aumento de los costes para volver a poner en marcha la instalación, así como retrasos en la producción y lotes que hay que desechar, lo que conlleva pérdidas económicas.
Impacto en la investigación y el desarrollo
En los entornos de investigación, las salas blancas son esenciales para realizar experimentos con un alto nivel de precisión. La contaminación puede comprometer la fiabilidad y reproducibilidad de los resultados de la investigación, afectando al progreso de los estudios y experimentos científicos.
Componentes de una sala blanca
Las salas limpias se construyen meticulosamente prestando atención a cada detalle para crear un entorno libre de contaminación y que permanezca libre de ella. El proceso de construcción comienza con una planificación y un diseño detallados, teniendo en cuenta los requisitos del sector, el tipo de clasificación de la sala blanca y qué procesos se van a realizar. Durante esta fase de planificación, se seleccionan los materiales para la sala blanca. Estos materiales deben ser duraderos, cumplir las normas de limpieza y ser materiales que no desprendan partículas, como el acero inoxidable y los plásticos de superficie lisa.
Las salas limpias requieren numerosos elementos delicados para mantener su entorno limpio, desde los equipos hasta los protocolos.
Sistemas de climatización
Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) se utilizan para regular la temperatura, la humedad y el flujo de aire en la sala blanca.
Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) son los héroes anónimos de las salas blancas, ya que orquestan silenciosamente un entorno de máxima precisión. En estos paraísos estériles, donde hasta la partícula más diminuta puede alterar los procesos, los sistemas de climatización ocupan un lugar central en el mantenimiento de unas condiciones óptimas. Estos sistemas van más allá del mero control de la temperatura; filtran y regulan la calidad del aire, garantizando un flujo constante de aire prístino y eliminando los contaminantes.
El diseño de las instalaciones de calefacción, ventilación y aire acondicionado en salas blancas es importante para mantener unas normas estrictas. Desde el control de la humedad hasta la gestión de los patrones de flujo de aire, estos sistemas preservan la integridad de las operaciones sensibles en sectores como
farmacéutica
,
electrónica
y
sanidad
.
Filtración del aire
El aire debe circular a través de filtros de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) o de aire de penetración ultrabaja (ULPA) para eliminar los contaminantes del aire. Los filtros HEPA atrapan partículas de tamaño igual o superior a 0,3 micras, y los filtros ULPA atrapan partículas de tamaño igual o superior a 0,12 micras.
La filtración del aire es la primera línea de defensa en la lucha constante contra los contaminantes en las salas blancas. Encargados de purificar cada bocanada de aire, los sistemas de filtración actúan como guardianes, interceptando las partículas que podrían poner en peligro la naturaleza prístina del medio ambiente. Los intrincados filtros se colocan estratégicamente dentro de estos espacios controlados, capturando no sólo el polvo visible, sino también las impurezas microscópicas.
Los filtros HEPA y ULPA, entre otros, trabajan conjuntamente para garantizar que el aire que circula por las salas blancas cumpla las normas de pureza más estrictas. La eficacia de estos sistemas de filtración salvaguarda procesos sensibles en industrias que van desde la
electrónica
a la biotecnología.
Paredes y suelos
Las paredes y el suelo de las salas limpias crean un entorno controlado que cumple los requisitos específicos de limpieza y control de la contaminación. Hay que tener en cuenta los requisitos de las paredes y el suelo de las salas blancas:
- Selección de materiales: Las paredes y el suelo deben estar hechos de materiales no porosos para minimizar el riesgo de generación de partículas y facilitar la limpieza.
- Superficies lisas: Las paredes y el suelo deben tener un acabado liso, para evitar la acumulación de partículas y hacer más eficaz el proceso de limpieza.
- Resistencia al crecimiento microbiano: Las paredes y el suelo pueden tener propiedades antimicrobianas para reducir la proliferación de microbios.
- Compatibilidad con la clasificación de salas limpias: Las paredes y el suelo deben cumplir las normas de clasificación de salas limpias (por ejemplo, las normas ISO). Las distintas salas limpias pueden tener requisitos específicos para el recuento máximo de partículas.
Dycem
reutilizables para el control de la contaminación
pueden proporcionar una capa adicional de protección para el personal y las ruedas al entrar y salir de las salas limpias. Su superficie de polímero naturalmente pegajosa captura y retiene hasta el 99,9% de la contaminación de zapatos y ruedas y hasta el 75% de los contaminantes transportados por el aire.
Mantenimiento y supervisión de salas limpias
El mantenimiento de las salas limpias garantiza los más altos niveles de limpieza, lo que implica una limpieza rutinaria, el uso estricto de batas y una desinfección exhaustiva. Simultáneamente, los sistemas de supervisión inteligentes mantienen un control constante de factores como el recuento de partículas, la temperatura, la humedad y los patrones de flujo de aire.
La red interconectada de sensores permite la supervisión remota, las alertas instantáneas y la información basada en datos, mejorando la capacidad de respuesta y la eficacia de la gestión de la sala blanca.
Esta integración de la tecnología garantiza que el entorno permanezca en condiciones óptimas y facilita el mantenimiento predictivo, previniendo posibles problemas antes de que afecten al espacio controlado.
Echa un vistazo a los Sistemas de Medición de Partículas para saber más sobre la vigilancia del control de la contaminación.
Tendencias futuras en tecnología de salas blancas
La tecnología de las salas blancas evoluciona continuamente para satisfacer las crecientes demandas de las industrias, y hay muchas tendencias previstas para el futuro:
- La sostenibilidad es cada vez más importante en el sector de las salas blancas, y es probable que adopte materiales y prácticas de construcción más sostenibles. Esto incluye el uso de materiales de construcción ecológicos, opciones de eficiencia energética para los sistemas de calefacción, iluminación y climatización, y estrategias de reducción de residuos para minimizar el impacto medioambiental de las instalaciones de salas blancas.
- Con la creciente sensibilidad de los procesos de fabricación, el control de la contaminación molecular aerotransportada (CMA) es cada vez más importante. Las futuras salas blancas pueden centrarse en técnicas avanzadas de control y eliminación de AMC para garantizar la pureza del aire en los entornos de fabricación.
- Se prevé que se introducirán mejoras en el diseño de las prendas y los materiales para salas blancas. Es probable que se utilicen materiales de mayor calidad y más sostenibles para que las prendas sean más transpirables y ofrezcan una mayor barrera entre los contaminantes y el personal.
Soluciones para salas limpias con Dycem
A medida que avanza la tecnología, las salas blancas siguen siendo santuarios de precisión, que cumplen las normas más estrictas en un panorama en constante evolución. El compromiso de fabricar productos fiables, seguros y no contaminados impulsa a las industrias a adoptar las últimas tendencias en diseño y funcionamiento de salas blancas, lo que promete un futuro marcado por una eficacia y fiabilidad aún mayores en entornos controlados.
Para mejorar el rendimiento de la sala limpia, considera los productos Dycem.
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